jueves, 19 de marzo de 2015

Una comedia de contrastes

Según Nathan Drake (1766 - 1836), La comedia de los errores es mucho más rica, variada e interesante que Menecmos, de Plauto; y si bien se percibe que Shakespeare siguió fielmente a su modelo en lo relativo a las unidades de acción, tiempo y lugar, ha sabido transmitir de manera infinitamente más agradable e ingeniosa los antecedentes previos de la historia que como lo hizo el comediógrafo latino. Mientras Plauto elige un prólogo, el bardo inglés lo vuelve todo más natural y poético poniendo el relato en boca de Egeón, el padre de los dos gemelos.
En esta obra, donde la trama adquiere una considerable relevancia por su gran número de confusiones y errores personales, nos puede dar la impresión de que los personajes tienen un desarrollo hasta cierto punto limitado. Sin embargo, pongamos el ejemplo de Egeón, que ha sido realizado ciertamente por una mano que matiza. La presión de la edad y la desgracia del personaje están pintadas con un tono colorido, solemne, digno e impresionante para provocar en la primera parte un marcado contraste con las escenas que le siguen inmediatamente después, y que, como corresponde a una comedia, son más ligeras. De igual forma ocurre en el desenlace final, donde la reunión de Egeón con su esposa Emilia, junto con el reconocimiento de sus dos hijos, adquiere un tono afectivo y emocional más profundo de lo que cabría esperar de las escenas anteriores.

Nathan Drake 2

viernes, 13 de marzo de 2015

La versificación en las primeras obras de Shakespeare

Edmond Malone (1741 - 1812), señaló que las rimas alternas que se encuentran en La comedia de los errores, así como en El sueño de una noche de verano, Trabajos de amor perdidos, Los dos hidalgos de Verona y Romeo y Julieta, son una prueba más de que estas obras se encuentran entre las primeras de Shakespeare. Según este criterio, el poema Venus y Adonis habría sido el primer fruto de su invención, al que seguiría probablemente La violación de Lucrecia. Cuando Shakespeare vuelve al drama aparecerá en su producción, de forma natural, el tipo de verso que había utilizado en esos mismos poemas. En sus obras creadas a partir del modelo de otros autores, como es el caso de los Enriques, en la versificación siguió ejemplos anteriores a él y, por consiguiente, en ellas no encontramos rimas alternas. La medida irregular que sólo emplea en La comedia de los errores, La fierecilla domada y Trabajos de amor perdidos, también resultan de interés para fechar estas obras; el uso de versos largos e irregulares suele atribuirse a personajes populares forjados por autores que le precedieron. Si bien Shakespeare en sus primeras obras estuvo influido por las formas predominantes de creación dramática, muy pronto aprendió a desviarse audazmente de las rutas establecidas.


domingo, 8 de marzo de 2015

Lo imposible se hace posible

Entre las obras de Shakespeare, La comedia de los errores es la única en la que el autor inglés se inspiró en un texto dramático de la antigüedad. En ella refunde y enriquece notablemente el argumento plautino de Menecmos. A los dos hermanos gemelos con el mismo nombre Shakespeare añade dos criados, también gemelos, imposibles de distinguir uno de otro. Así, lo imposible se hace posible en este duplicado: una vez que aceptamos el reencuentro del primer par de hermanos, lo cual roza claramente lo increíble, estaremos preparados para aceptar al segundo. Y para que el espectador pueda admitir las confusiones que se producen entre ellos es preciso que no exista mucha diferencia entre los personajes. La comedia de los errrores es quizá la mejor obra que se ha escrito a partir de Menecmos
A. W. Schlegel (1767 - 1845)


domingo, 1 de marzo de 2015

Farsa o comedia

Para S. T. Coleridge (1772 - 1834), La comedia de los errores, de Shakespeare, nos sitúa ante una auténtica farsa, en consonancia con el carácter de la farsa filosófica, muy distinta de la comedia y del espectáculo de entretenimiento. La auténtica farsa se distingue de la comedia por la licencias permitidas en la fábula, necesarias para producir situaciones extrañas y ridículas. La historia no necesita ser verosímil, es suficiente con que sea posible. Una comedia tendría consistencia dramática únicamente con la existencia de los dos Antifolos; en ella se aceptan situaciones de semejanza entre dos personajes físicamente idénticos, fruto de una Naturaleza caprichosa. Sin embargo la farsa va más allá añadiendo otro par de gemelos, los Dromios, cuya presencia se justifica por las reglas y los fines que persigue este género dramático. En una palabra, la farsa comienza con una concesión, es decir, con una propuesta inverosímil que debe ser previamente aceptada por todos.